lunes, 12 de enero de 2009





¿Qué se hace, cuando lo que sientes te parte el pecho?


¿Qué se hace cuando la tentación es más grande que las razones para disuadirte de la acción?

¿Qué se hace cuando nos sabemos partidos en dos por emociones que no podemos nombrar ?




En mi mente se cruzan las opciones y las fantasías como dardos... las fantasías son dardos de fuego que me queman, que me angustian, que me dividen...las opciones, las opciones son consideradas por mi razón, pero me parten de dolor igual, no hay ninguna que me conforme...
Yo presentía esta dualidad en mi, yo sabía que algo en mi interior jalonaba esa angustia que hoy tiene nombre, pero no era fácil verlo, no era nada fácil...


Hoy que la luz resplandece en este rincón, y me hace ver hasta el mínimo detalle bajo un sol de verano, es imposible no reconocer las formas que antes se ocultaban en las sombras. Claro que entonces no eran tan nítidas, eran un presentimiento, una silueta desdibujada en la noche que siempre corría esquiva ante mis ojos.
Ahora, descarnadas ante la luz, las sombras muestran su cuerpo, sus líneas sinuosas y sus líneas cadavéricas.



Siento que entonces era como el principio del mundo, nadie sabía los nombres de las cosas y por eso nadie las reconocía. Pero poco a poco el verbo surgió, aunque no había Dios tras este verbo, y el verbo no era Dios. El verbo estaba condenado a ser sencillamente un intermediario entre los hombres y las cosas, y por eso se vengó, y nos indujo a engaño, y ahora creemos que algunas cosas son el verbo que las representa, y si no hay verbo, no creemos en las cosas...



El verbo ha dado luz a este rincón oscuro de mi vida, pero sé que las cosas que nombra siempre han estado ahi. Antes nadie las nombraba, ahora yo las nombro, aunque ese nombre me produzca angustia, dolor y miedo.



En lo más profundo de mi corazón, sé que esta luz ha de llevarme a nuevos horizontes, pero no sé si esos horizontes serán de dichas o de lágrimas...

2 comentarios:

panterablanca dijo...

Qué se hace cuando parece que todo está perdido, que todo pesa, que nada fluye?... pues tirar adelante, aunque sea más despacio, aunque sea con lágrimas en los ojos. Se pone un pie delante y se da un paso, luego se adelanta el otro y se da otro paso. Así, uno detrás del otro, aunque cueste. Poco a poco te darás cuenta que el paisaje lleno de sombras dolorosas, se torna soleado y lleno de color... muy poco a poco, pero el sol llegará, y el color también, ya lo verás, querida. Lo sé porque lo he vivido. En la vida siempre hay periodos de niebla espesa, donde nada se ve más que tristeza, pero también hay largas y alegres tardes soleadas de verano. Sólo hay que tener el corazón abierto para dejarlo pasar todo.
Besos felinos, y un abrazo fuerte.

Selket dijo...

Gracias Pantera, sé que si, que todo pasa, pero a veces se nos hace tan difícil ver el sendero, o tal vez tememos lo que nos depara el recorrido.

Gracias por tu palabras, otro abrazo.